viernes, 6 de junio de 2008



La camisa se manchó, me miraste 
con complicidad.

Nos hicimos los distraídos,
como si
nada hubiera sucedido.
Sonreíste, con la mirada perdida y
yo te saqué una foto en mi cabeza.
Sé que va a ser
estampita en mi santuario.

No hay comentarios: